Cómo mantener la ventaja durante los partidos importantes | Wednesday Wisdom

Hoy presentamos una nueva serie para The Byline, que llamaremos Wednesday Wisdom. Cada miércoles compartiremos trucos y consejos creados por la comunidad para la comunidad. Esta semana hemos hablado con @FMCatenaccio, que está aquí para hablarnos de cómo debemos actuar cuando obtengamos la ventaja en los últimos momentos de un partido crucial.

Imagina la escena: vas ganando 1-0 en un partido importantísimo que bien podría decidir quién se lleva el ascenso. Hasta ahora tu plan de juego ha funcionado, has conseguido un gol tempranero y sigues manteniendo la ventaja. Faltan diez minutos para terminar, ¿cómo crees que transcurrirá el resto del partido?

Prever el ritmo del partido puede ser una ventaja fundamental hacia finales de la temporada. Anotar un gol en el último minuto es una de las sensaciones más satisfactorias del mundo, pero encajar uno es devastador, tanto para ti como para la moral del equipo.

El arte de controlar el esférico durante los últimos diez minutos del partido es algo más complicado de lo que parece. Hay mucho en lo que pensar, desde la posición de los jugadores hasta las instrucciones que das al equipo. Hay que encontrar el equilibrio entre ataque y defensa para que nada falle en el momento más importante.

Formaciones y roles 

En esos momentos, cambiar de formación podría parecer una idea brillante. Adoptar una posición más defensiva y quedarse atrás suena al plan perfecto pero, en mi opinión, creo que es justo lo contrario a lo que debes hacer.

Retrasar a tus jugadores puede parecer una buena idea, pero estás regalando posesión al rival y tiempo para tomar las decisiones adecuadas. Estás, en cierto sentido, otorgándole el control del partido. Cuanto más control tenga el rival sobre el balón, más probable es que consiga anotar.

El ejemplo de arriba indica que has echado tu formación hacia atrás, con la mayoría de jugadores plantados en tu mitad del campo. A veces no es mala idea y puede dar resultado, pero personalmente prefiero mantener la iniciativa al defender. No quiero permitir que mi rival controle el ritmo (y, a veces, el resultado) del partido.

Así es como me gusta dejar mi alineación. Como puedes ver, soy conservador y uso los roles de mis jugadores para ajustarme a la situación, en lugar de mover a todo el equipo a una postura más defensiva.

Esto permite que mis jugadores permanezcan concentrados y estén en una situación que conocen bien durante los últimos diez minutos del partido. Nunca hay que subestimar el poder de la familiaridad táctica de tu equipo. Imagina jugar ochenta minutos según tu esquema normal y que luego te pidan hacer algo totalmente distinto. Es muy arriesgado.

Intenta no complicarte demasiado. Pequeños ajustes pueden ser de gran utilidad en estas situaciones. Mantén el equilibrio entre ataque, mediocampo y defensa para no descompensar ninguna parte.

Mantén un despliegue sólido y haz que sea difícil penetrar tu formación, a la vez que dejas entrever cierto peligro con tus jugadores más adelantados. Esto permitirá a tu equipo contraatacar tras ganar el balón y le darás algo más en lo que pensar al rival. Un delantero o un extremo adelantados en el césped evitarán que los laterales contrarios se sumen al ataque.

Por eso pongo a uno de mis dos delanteros en el rol de mediapunta o apoyo. Cuando el equipo esté defendiendo será como un tercer centrocampista, pero al pasar al ataque, se convierte en el enlace con mi otro delantero. Esto hace que un delantero solitario no quede aislado en los últimos compases de un partido importante, pues todavía es capaz de amenazar la portería contraria.

Instrucciones al equipo

Puede que las instrucciones al equipo sean uno de los factores más importantes a la hora de sentenciar un partido.

Lo primero es no lanzar balones largos y directos a un delantero solitario, ya que las posibilidades de perder el balón son mucho mayores que las de controlar el balón y marcar un gol. Aquí hay una serie de cosas que deberás tener en cuenta:

• Baja el ritmo del partido. Pisa el freno y empieza a perder el tiempo.
   
• Mantén el equilibrio entre los roles, que haya una mezcla entre apoyo y defensa para que tus jugadores no estén demasiado atrás.
   
• Busca jugadas a balón parado. Dile a tu equipo que juegue a balón parado. Esto arruinará el ritmo del rival y te dará la oportunidad de marcar y sentenciar el partido.
   
• Minimiza los riesgos: concéntrate en pases más cortos y un ritmo más lento. Procura mantener el esférico en sitios seguros.

Instrucciones al jugador

Las instrucciones al jugador también son de gran importancia para terminar el partido con éxito. Si sabes usarlas bien en la situación adecuada, obtendrás una gran ventaja. Intentaré ordenar a mis centrocampistas que regateen menos, hagan pases más cortos y asuman menos riesgos. Así minimizaré las posibilidades de perder la posesión y cometer errores innecesarios.

Por eso me gusta usar al centrocampista de banda (en apoyo) al final de un partido. Es un rol muy versátil y se puede ajustar muy bien al equipo y a la situación del partido.

Si quieres que juegue de forma más defensiva y ayude a los laterales, puedes hacer que mantenga su posición todo el tiempo y habilitarlo para el contraataque con instrucciones de centrar desde atrás.

Estos son algunos ejemplos de lo que puedes hacer cuando sea imperativo atrincherarse y conseguir esos tres puntos fundamentales.

Resumen

Esto es lo que hago cuando quiero sentenciar un partido. Sé que hay más de una forma de hacerlo bien, pero esta estrategia me ha servido durante años. Ya me contarás qué tal te ha ido con estos consejos.